A petición de los nuevos compis de la ofi, la próxima semana me volveré toda una cocinera mexicana y prepararé guacamole, pico de gallo y alguna otra salsita típica. Me da hueva y ni en mi casa hago esas cosas, pero lo haré simplemente porque me he dado cuenta que en este mundo hay mas gente buena que mala. Ellos son buenos y me han hecho sentir acoplada, aunque me haya costado tanto trabajo. Aish ahora extrañaré las tardes de los viernes de cañas y tapas saliendo de trabajar, y es literal, saliendo, cruzas la calle y ahí te esperan: las jarritas. Bar supercutre pero con unas croquetas y unas cañas exquisitas y baratas.